Eliza Guerra

Madre hoy queremos honrarte, no solo por todo lo que has hecho, sino por quién eres. Tu vida ha sido un ejemplo de entrega, generosidad y amor hacia los demás.

Durante 34 años dedicaste tu vida a ejercer como enfermera en el Hospital Centro Médico Nacional 20 de noviembre, en la Ciudad de México. Durante ese tiempo, en las que trabajaste en áreas de gran responsabilidad y complejidad como recuperación postoperatoria, terapia intensiva, atención a pacientes con quemaduras, cirugía plástica y reconstructiva, entre otras, dejaste huellas imborrables en las vidas de quienes tuvieron la fortuna de cruzarse contigo.

A lo largo de tu carrera, has demostrado no solo excelencia en tu labor, sino un compromiso genuino con tus pacientes, colegas y comunidad. Has sido una fuente de consuelo en los momentos más difíciles, un pilar de apoyo para quienes han enfrentado adversidades, y una inspiración para quienes tienen la fortuna de trabajar a tu lado.

Ser enfermera no es solo una profesión; es un llamado que exige un corazón lleno de empatía, una mente ágil para enfrentar desafíos y una fortaleza inquebrantable para sostener a quienes más lo necesitan.

Después de tu jubilación, no dejaste de escuchar ese llamado de cuidar y servir y actualmente llevas 14 años trabajando como enfermara privada de adultos mayores, ofreciéndoles amor, paciencia y consuelo en etapas cruciales de sus vidas. Este acto de dedicación trasciende cualquier título o posición, porque refleja tu esencia más pura: el amor incondicional hacia los demás.

Madre, hoy te agradecemos desde lo más profundo de nuestro corazón. Tu entrega no solo marcó a tus pacientes, sino también a tu familia y amigos, quienes hemos sido testigos del inmenso amor, la empatía y la generosidad con las que vives cada día. Eres un recordatorio viviente de que cuidar a los demás es uno de los actos más nobles y transformadores que existen.

Gracias, madre, por iluminar nuestras vidas con tu ejemplo. Por mostrar que, con dedicación y amor, se pueden transformar realidades y tocar almas. Este homenaje es para ti, por todo lo que diste, por todo lo que sigues dando, y por el legado de bondad y compasión que has sembrado en este mundo.

English Translation:

Mom, today we want to honour you, not only for all that you have done but for who you are. Your life has been an example of dedication, generosity, and love for others.

For 34 years, you devoted your life to serving as a nurse at the Centro Médico Nacional 20 de Noviembre Hospital in Mexico City. During that time, while working in highly demanding and complex areas such as post-operative recovery, intensive care, burn patient care, plastic and reconstructive surgery, among others, you left an indelible mark on those fortunate enough to cross paths with you.

Throughout your career, you demonstrated not only excellence in your work but also a genuine commitment to your patients, colleagues, and community. You have been a source of comfort in the most challenging moments, a pillar of support for those facing adversity, and an inspiration to those lucky enough to work alongside you.

Being a nurse is not just a profession; it is a calling that demands a heart full of empathy, a quick mind to tackle challenges, and unwavering strength to support those in need.

After retirement, you did not stop answering that call to care and serve. For the past 14 years, you have worked as a private nurse for the elderly, offering love, patience, and comfort during crucial stages of their lives. This act of dedication transcends any title or position because it reflects your purest essence: unconditional love for others.

Mom, today we thank you from the bottom of our hearts. Your dedication has not only touched your patients but also your family and friends, who have witnessed the immense love, empathy, and generosity with which you live each day. You are a living reminder that caring for others is one of the noblest and most transformative acts.

Thank you, Mom, for illuminating our lives with your example. For showing us that, with dedication and love, it is possible to transform realities and touch souls. This tribute is for you—for all you have given, for all you continue to give, and for the legacy of kindness and compassion you have planted in this world.